Esta noche era yo
con mi sonrisa extraña
y los ojos que hace tanto dejé de tener
viéndote caer a mi pies
ante mi luz.

Llamarás, estoy segura
iluso peón que sigue mi rastro
ten cuidado porque quien sigue la luna
termina perdido, como un camino
que te lleva a nada y a todo.

No serás el primero,
dejé ya a dos detras de mi rastro mortal
sin fuerzas, sin motivos
tan débiles que se rindieron
a la primera ayuda que les fue ofrecida.

Sigo riendo, sigo volando
sigo recorriendo espacios que nadie jamás verá
sigo enloqueciendo inocentes niños
con mi coqueteo a la tierra,
al sol, y a todo quien puede verme desde
lo más profundo del infierno.

Personas como tu, como nosotros,
solemos cansarnos rápidamente
del mundo tan vacío
tan plástico, prejuicioso
Personas como tu, como nosotros,
necesitamos alguna ayuda
para poder hallar lo que nos pueda
de alguna manera,
hacernos sobrellevar esta realidad.
Tu, ella, yo, con algún tipo de desorden
por conocer
uno a uno iremos cayendo
si es que no logramos
vencer  toda esa mancha negra
que viene escribiendo estereotipos
en la piel de cada ser humano.

Hubo un par de ilusiones
unos cuantos momentos
tal vez algunos tropiezos
tu sonrisa
y mis ganas de abrazarte.

La nieve se derrite,
se nos acaba el invierno
la libertad
estas esperanzas
quedan recuerdos, deseos.

Lo extraño, estuve pensando
que debí mirarlo
esa noche, tomar su mano
y pedirle un deseo
cual estrella en el cielo.

Aparece el sol
matando el paisaje blanco
que algunas veces fue
el contexto de momentos
de felicidad absoluta.

Gracias por esconder la luna,
frío y blanco invierno
así puede tomar todo su brillo
y relucir en todo su esplendor
una vez mas.